Estuve leyendo una revista que hablaba de los berrinches, las rabietas o las pataletas de nuestros pequeñuelos y en como deberíamos combatir estas reacciones no deseadas para que no se repitieran o para que cada vez fueran a menos.
La verdad es que yo en este caso no puedo decir que haya leído un libro o una revista para este tema, no, he ido probando diversas ténicas personales que han sido : ensayo-error y ensayo-acierto; ya me entendeis, he ido sondeando de una forma práctica y totalmente experimental como debía actuar si esto ocurría, y descartando lo que no funcionaba y aceptando y usando lo que sí.
Estoy segura, que es el caso de muchos y muchas de vosotros, sin embargo estas "técnicas" que ponía la revista se corresponden en gran medida a lo que yo he ido comprobando en el tiempo con mis hijos, por eso creo que es interesante que os lo resuma de alguna manera por si os pudiera servir de algo:
Lo primero es tener claro que los mejores antídotos para las rabietas son los límites y los "NO" bien claros. Es bien cierto que es natural y normal que los niños quieran todo y en todo momento, pero también es cierto que aún estando en posesión del poder de otorgarselo, no debemos dejar que siempre consiga todo lo que demanda, porque entonces nunca se sentiría satisfecho con nada y no sería sano para él.
El límite es sinónimo de amor y de contención, es el primer acto de amor de los papás a sus hijos, es el primer organizador de su vida. Dar y poner límites es enseñar a nuestros hijos a que aprenda a esperar y que no todo es aquí y ahora, que hay cosas que puede y que hay otras que no puede hacer o tener.
El niño al querer hacer o tener algo para lo que nosotros le decimos "NO", se revela, y la forma de hacerlo para él es enrabietarse, coger un buen berrinche.
Ante esto, si cedemos ante su reacción, lo único que vamos a conseguir es que el niño refuerce esta actitud para conseguir aquello que quiere, le estamos enseñando que este es el camino fácil para tener las cosas.
Por eso el punto fundamental es no ceder nunca ante una rabieta.
Cómo actuar en un momento de rabieta?
Si es en casa, sería buena idea coger al niño y llevarlo para otro lugar de la casa en donde no haya empezado el berrinche, y si estamos fuera de casa, lo llevaremos a un lugar en donde podamos estar los dos solos, el niño y el papá o la mamá.
Una vez hecho esto y sin dejarlo solo, pero sin mostrar ni nerviosismo ni preocupación e incluso no mostrando atención a su "enfado", así que esperamos a que se le pase la "tontería", y cuando esté más calmado, le haremos entender que con eso no va a conseguir nada, que se ha portado mal,que estamos molestos con el o ella por como se ha portado, y le haremos entender porqué.
La verdad es que funciona muy bien esto de la no cesión ante las rabietas y de las "charlitas" que es como le llamo yo familiarmente a lo de explicarle lo que ha hecho mal.
La verdad es que yo en este caso no puedo decir que haya leído un libro o una revista para este tema, no, he ido probando diversas ténicas personales que han sido : ensayo-error y ensayo-acierto; ya me entendeis, he ido sondeando de una forma práctica y totalmente experimental como debía actuar si esto ocurría, y descartando lo que no funcionaba y aceptando y usando lo que sí.
Estoy segura, que es el caso de muchos y muchas de vosotros, sin embargo estas "técnicas" que ponía la revista se corresponden en gran medida a lo que yo he ido comprobando en el tiempo con mis hijos, por eso creo que es interesante que os lo resuma de alguna manera por si os pudiera servir de algo:
Lo primero es tener claro que los mejores antídotos para las rabietas son los límites y los "NO" bien claros. Es bien cierto que es natural y normal que los niños quieran todo y en todo momento, pero también es cierto que aún estando en posesión del poder de otorgarselo, no debemos dejar que siempre consiga todo lo que demanda, porque entonces nunca se sentiría satisfecho con nada y no sería sano para él.
El límite es sinónimo de amor y de contención, es el primer acto de amor de los papás a sus hijos, es el primer organizador de su vida. Dar y poner límites es enseñar a nuestros hijos a que aprenda a esperar y que no todo es aquí y ahora, que hay cosas que puede y que hay otras que no puede hacer o tener.
El niño al querer hacer o tener algo para lo que nosotros le decimos "NO", se revela, y la forma de hacerlo para él es enrabietarse, coger un buen berrinche.
Ante esto, si cedemos ante su reacción, lo único que vamos a conseguir es que el niño refuerce esta actitud para conseguir aquello que quiere, le estamos enseñando que este es el camino fácil para tener las cosas.
Por eso el punto fundamental es no ceder nunca ante una rabieta.
Cómo actuar en un momento de rabieta?
Si es en casa, sería buena idea coger al niño y llevarlo para otro lugar de la casa en donde no haya empezado el berrinche, y si estamos fuera de casa, lo llevaremos a un lugar en donde podamos estar los dos solos, el niño y el papá o la mamá.
Una vez hecho esto y sin dejarlo solo, pero sin mostrar ni nerviosismo ni preocupación e incluso no mostrando atención a su "enfado", así que esperamos a que se le pase la "tontería", y cuando esté más calmado, le haremos entender que con eso no va a conseguir nada, que se ha portado mal,que estamos molestos con el o ella por como se ha portado, y le haremos entender porqué.
La verdad es que funciona muy bien esto de la no cesión ante las rabietas y de las "charlitas" que es como le llamo yo familiarmente a lo de explicarle lo que ha hecho mal.
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